martes, 29 de junio de 2010

De perdidas, cigarros, y alcohol...



"Anoche estuve conversando con mi cigarrillo

me sentí cansada, cansada, aburrida y tan vacía
que a veces hasta pienso, que ni siquiera existo
que a veces hasta pienso, que ni siquiera existo


lo encendí muy lentamente le di una fumada

y al mirar el humo que en el espacio se volatizaba
recordé tantas cosas que creí olvidadas
se las conté todas mientras que lo fumaba


le converse de ti y de mis añoranzas

le conté de tus besos y de mis esperanzas
le conté de tu olvido, de mis lágrimas tantas
de aquello que vivimos y que hoy se ha vuelto nada
le dije que es posible que a mi nadie me quiera
por que he intentado vivir a mi manera
por que me he negado a pagar el tributo
de bajeza y pecado que hoy nos exige el mundo.


que a la mejor estoy acabada o que la vida me ha vencido
que he sufrido y he llorado, que he luchado y he reído
y que es lo que he ganado por ser así tan comprensiva
solo vivir desesperada, en un mundo tan vació.


anoche estuve conversando con mi cigarrillo
y al terminarlo pensando me quede entre suspiros
que en este verso triste, que es el mundo en que vivo
solo el me va quedando, como único amigo"


 
Dicen que a través de las palabras, el dolor se hace más tangible. Que podemos mirarlo como a una criatura oscura. Mientras más ajeno es a nosotros, más cerca lo sentimos. Si una pequeña parte  de mí enferma, el resto de mí organismo enferma también, por ende siempre he creído que el dolor que no encuentra palabras para ser expresado es el más cruel, el más hondo… el más injusto. He pasado mi vida amando a un hombre que ama a otra que no lo ama sino que amaba a otro del que nunca supo si le correspondía ¿De novela, no?  El dolor que alimenta ese desamor no puede ser descrito, porque las palabras solo servirían para mentir, en cambio, ese sentimiento siempre es verdadero...


Como consecuencia de no poder expresar correctamente ese sentimiento que me asfixia y desgarra, nace esta entrada en un blog cualquiera, escrito por una lunática depresiva actual fanática de los cigarrillos, el tequila y de la perdida del conocimiento por el alcohol, que escucha música  de ana gabriel mientras trata de escribir algo coherente. Se que este sufrimiento y soledad auto-impuesta no pueden durar eternamente (debo recordarlo y tratar de controlarme) Nada dura realmente. Ni la felicidad ni la desesperación. Ni siquiera la vida dura tanto. Llegará un día en el futuro en el que no piense en esto nunca más, en el que pueda mirar atrás y decir en paz y tranquilidad lo tonta que fui...






Mientras, seguiré fumando, intoxicandome con tequila y tratando de sobrellevar  el resto de semana....