Hay momentos en los que tenemos que luchar con todas nuestras fuerzas, momentos en los que no hay tiempo para detenerse ni pararse a pensar si lo que hacemos esta bien o mal... y hay momentos en los que debemos aceptar que hemos perdido el destino, que el barco ha zarpado, que solo un iluso seguiría insistiendo...
Pues esta fría noche de otoño, he llegado a las siguientes dos conclusiones:
Primero: Todos me conocen...o todo el mundo dice conocerme, y yo en cambio no he conseguido conocerme todavía...Necesito conocerme...Necesito saber quien soy...
Segundo: Sé que los recuerdos no se eligen, se tienen....porque los recuerdos son anagramas como cicatrices en la cabeza... y sé que tu eres mi cicatriz favorita...y que siempre lo serás. Mientras tanto viviré con tu recuerdo porque sé que un día de estos dejara de doler, y podré hablar de ti sin sentir la imperiosa necesidad de correr a tirarme a la cama a llorar...
Mis enfermedades, mis paranoias, mis lágrimas, mis alegrías y mis locuras siguen ahí...No se irán o eso creo ¿?
...El viaje comienza...
...El viaje comienza...
Deseadme suerte!
